Así es. ¡Cuántas veces se nos llena la boca de buenas intenciones y ahí se quedan!  Pero cuando se hacen realidad, se concretan en un gesto o en un compromiso concreto, en un proyecto como es nuestro caso, la solidaridad se encarna, se hace visible, real, se transforma en ternura, compasión, humanidad.

Esto nos ocurre cada curso cuando, en perspectiva, vemos lo vivido durante la jornada de fiesta el día de Paula. Nuestra fiesta adquiere una perspectiva mayor, que vuela más allá del océano y alcanza a pueblos lejanos como el de Perú, más concretamente Arequipa, o atraviesa gran parte del continente africano hasta Guinea. Y es que nuestra fiesta tiene esa vertiente solidaria que curso a curso supera las expectativas y se convierte en un sómbolo extraordinario del ideario del colegio. El lema se hace vida cuando somos capaces entre todos de dar un color nuevo, vivo y brillante, a lugares de nuestra casa común donde los colores han perdido en gran medida su vitalidad.

Este curso hemos conseguido recaudar con el bocata solidario y otras aportaciones la cantidad de 5.400€ que se repartirán de manera conveniente entre el proyecto del desayuno escolar en Arequipa e inversiones de mejora en el colegio de las Doroteas en Guinea. Lo vivido durante el curso y el sentido nuevo que le damos cada vez que lo celebramos, se convierten en generosidad y ternura.

Se nota la resurrección, la Vida, que Paula nos sigue inspirando, que hay mucha humanidad en nosotros que se quiere desparramar y tomar forma en actitudes y gestos que liberen y pinten el mundo de colores llenos de luz y de esperanza.

¡¡¡ GRACIAS A TOD@S?