Y DE REPENTE… ¡ADVIENTO!
¡Vaya! El tiempo pasa deprisa y ya nos vemos a las puertas del Adviento que no es más que la antesala de la Navidad. Y es que una vez que comienza el mes de noviembre parece que todo se precipita, que las jornadas dan para menos, la luz del día se agota antes, el trabajo nos ahoga, las rutinas comienzan a pesarnos… Y es en este momento que lo ordinario adquiere un nuevo color, el de la espera y del deseo sincero de que algo bueno vaya a ocurrir. Es el tiempo del Adviento.
La comunidad cristiana celebra desde hace muchos siglos la llegada de Dios entre nosotros -Encarnación- con una especial devoción, preparando el hogar, atendiendo a los detalles navideños, pesebres en casas y calles, adornos, luces, canciones… No es algo propio únicamente de nuestros tiempos -si bien lo es en cuanto a exhuberancia con tintes consumistas-.
Si la Navidad es el destino, el trayecto hacia ella es el Adviento.
En el colegio el Adviento lo vivimos de una manera especial. Quizás no hay demasiados símbolos evidentes de este tiempo litúrgico, pero sí tenemos el espíritu de Adviento hecho realidad en acciones concretas que rompen la rutina de lo académico e invitan a pensar y experimentar más allá de lo cotidiano. Nos referimos al Rastrilllo Solidario y a la Operación Kilo, dos compromisos sociales que son además vivenciales, en los que todo el colegio se implica y comparte lo que de verdad somos.
Sin luces no tendríamos Navidad, sin gestos de solidaridad tampoco. Y el Adviento es ese tiempo previo que pone rumbo hacia ella: colocamos adornos y luces navideños; reactivamos el espíritu solidario.
Desde del cole os deseamos un feliz trayecto hacia la Navidad, os invitamos a que dejéis que salgan los sentimientos verdaderos y afloren los deseos sinceros que nos llevan casi en volandas hasta la maravillosa experiencia del nacimiento de Dios – Hombre.
¡¡¡De repente… Adviento!!!